Mi amor a la joyería contemporánea
Desde que nací vi trabajar a mi familia con metal. Mis abuelos, desde abajo y con mucho esfuerzo, abrieron un taller de elásticos que ellos mismos construían con acero para el rubro automotor. ¿Y qué tiene que ver, se preguntarán? Siempre me gustó estar en el taller, aunque, por tratarse de un trabajo de mucha fuerza y pesadez, nunca me permitieron ser parte ni continuar con el proyecto familiar. Con el tiempo, descubrí que para empezar podía trabajar el metal, pero de una manera más delicada.
Modelado en cera
A partir de esta técnica modelo piezas en cera que, luego de un proceso de fundición, se convierten en metal. A veces surgen piezas hechas en el momento, sin diseño previo. Solo la cera y yo haciendo lo que sentimos.
A veces elijo diseños que encuentro en mis cuadernos de apuntes. Mis profes suelen retarme porque dibujo durante la clase, pero lo hago para canalizar mi ansiedad. Así que tomo mis garabatos para hacer collares de protección.
También dibujo en los momentos oportunos. Cuando estoy en casa y me siento abrumada, hago figuras un poco extrañas, sobre las cuales derramo la cera en distintos fragmentos aleatorios para crear.
Construcción en metal
Trabajar directamente en el metal es mi cosa favorita. Me gusta trabajar cadenas porque construyo y sueldo cada eslabón; me lleva mucho tiempo, pero siempre me ayuda a ser más paciente y disfrutar de los procesos.
Cuando quiero hacer una pieza rápido, agarro un lápiz y dibujo sobre la chapa. Después la voy calando con un arco que lleva sierras muy finas y descartables, que suelen romperse con facilidad si no hay una buena postura o técnica.
Siento fascinación por el fuego. El soplete me permite soldar piezas con precisión para que los fragmentos se unan entre sí. Es un trabajo que requiere mucha paciencia y control para asegurar un acabado limpio.
Vidrio
Esporádicamente, y solo durante el verano, visito a Pablo, mi profesor de vidrio. Él me enseñó a utilizar el soplete para trabajar el vidrio a la flama. Es un gran artista, siente mucho amor por lo que hace, y una vez me dijo que “la fragilidad aparente del vidrio esconde fuerza.” Algún día voy a aprender a trabajarlo sin que se me rompa.